martes, 25 de agosto de 2009


El bosque andino patagónico llamado también selva fría valdiviense es una comunidad vegetal correspondiente a las regiones montañosas del sur de Chile y sudoeste de la Argentina. Se desarrolla a favor de un clima húmedo, causado por el ingreso de masas de aire húmedo desde el Océano Pacífico, que pierden gran parte de su humedad en forma de precipitaciones al colisionar con la Cordillera de los Andes.
Tiene mucha mayor extensión en el territorio chileno, donde se extiende desde los 35° Sur; en la Argentina comienza, intermitentemente, a los 37° Sur, siendo casi continuo a partir de los 39° Sur.
Fauna
Los bosques andino patagónicos tienen una fauna relativamente diferenciada de las regiones que la circundan, pero sumamente homogénea.
Entre los felinos, destaca el puma (Puma concolor), el gato montés (Oncifelis geoffroyi) y la huiña (Oncifelis guigna). Existen también dos especies de zorros, el gris o chilla (Pseudalopex griseus) y el colorado o culpeo (Pseudalopex culpaeus).
Los cérvidos están representados por el huemul (Hippocamelus bisulcus), animal nacional de Chile, y el pudú (Pudu puda), uno de los ciervos más pequeños del mundo. En los claros del bosque habita el guanaco (Lama guanicoe), un camélido.
Varias especies de ratones habitan el sotobosque, junto con el pequeño marsupial conocido como "monito del monte" (Dromiciops gliroides).
La población de aves no es especialmente rica; en la alta montaña, el cóndor (Vultur gryphus), la mayor de las aves voladoras, comparte con varias especies de águilas, gavilanes y jotes (Coragyps atratus).
De las aves trepadoras, destacan el loro choroy (Enicognathus leptorhynchus) y el carpintero negro, (Campephilus magellanicus).
En los lagos y bañados abundan las bandurrias (Theristicus melanopis), las gaviotas y los cauquenes (Chloephaga sp.), variedades de gansos sudamericanos. Entre los patos, destaca el Pato de los torrentes, (Merganetta armata).
Estos bosques tienen una baja población de pájaros, entre los que destaca el sonoro canto del chucao (Scelorchilus rubecula). Otras especies son el fío-fío, (Elaenia albiceps), el diucón (Xolmis pyrope) y el chirihue (Sicalis luteola).
Entre las especies introducidas por el hombre se destacan el ciervo colorado, el ciervo axis, el jabalí, la liebre, el conejo y — en Tierra del Fuego — el visón y el castor. Estas especies resultan especialmente dañinas como depredadoras o competidoras de las autóctonas; el caso del castor es espectacularmente grave, ya que sus conocidos diques destruyen la vegetación de los valles en proporciones alarmantes.

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